Cuando la arriba firmante salió de vacaciones -espantados ya los presagios del general Baduel sobre los siniestros planes de Chávez para los días navideños- pensaba que la cobertura informativa de enero iba a girar en torno al preanunciado desastre que la reconversión monetaria causaría en los ya insufribles problemas de desabastecimiento e inflación.
Subestimó la cronista el carácter histriónico del personaje capaz de convertir la mayor de las tragedias en una ópera bufa si ésta sirve para mantenerlo en el candelero de la prensa mundial y hacerle y hacernos olvidar la victoria de m¿ del 2D mediante la cual sus sueños napoleónicos de eternizarse en el poder se fueron por el albañal de la historia.
Así vimos cómo las FARC le tendieron una tabla de salvación en "desagravio" por la decisión del presidente Uribe de acabar con la mediación-espectáculo que ni siquiera había servido para evitar el fracaso de presentarse ante Sarkozy sin las pruebas de vida de algunos secuestrados, entre ellos la franco-colombiana Ingrid Betancourt. La TV mostraba al personaje hinchado de vanidad (y de otras cosas) cuando, acompañado de Oliver Stone, "inspeccionaba" los dos novísimos helicópteros dispuestos a viajar a Villavicencio para emprender la ruta de la selva colombiana, donde les serían entregadas Consuelo González, Clara Rojas y su hijo Emmanuel. Helicópteros que un estadista responsable habría enviado de urgencia para rescatar a los pasajeros del avión de Transven que cayó al mar en Los Roques. Versiones de prensa cuentan que el informe forense sobre el cadáver del copiloto aparecido en las playas de Falcón, revelaría que estuvo 12 horas vivo en el agua sin que nadie lo rescatara. Lo mismo debe haber ocurrido con el resto de los desaparecidos.
"La entrega de los rehenes de las FARC termina en un fiasco" tituló El País de Madrid. Y añadía: "Colombia dice que la guerrilla no tiene a Emmanuel, el hijo de Clara Rojas". Cosa igual informaban la casi totalidad de los medios europeos. La iracundia descontrolada de Chávez contra Uribe dejó prácticamente sin efecto el rescate posterior de las secuestradas González y Rojas. Su declaración suicida de que "las FARC no son terroristas, sino una fuerza beligerante con un proyecto político y bolivariano que aquí respetamos" produjo un rechazo mundial. El broche de oro lo puso su enlace venezolano con las FARC, el hoy ministro del Interior, Rodríguez Chacín: "Así como nosotros recaudamos los impuestos a través del Seniat, las FARC lo hacen secuestrando y cobrando vacunas para mantener sus luchas". Barbaridad reforzada por su despedida de "camaradas, estamos con ustedes", dirigida a los guerrilleros que acompañaron la entrega de las dos secuestradas. Tales hechos justifican la convicción nacional e internacional de que Chávez aúpa a las FARC y da cobijo en Venezuela a sus más connotados miembros, como denunció el vicepresidente colombiano.
Por eso el repudio internacional a la propuesta de Chávez de sacar a las FARC de la lista de grupos terroristas y el éxito visible de Uribe por Europa, expresado en el firme rechazo de la UE a las pretensiones de Chávez de legitimar al grupo terrorista, manifestado rotundamente también por los presidentes Sarkozy y Zapatero. Chávez está irremisiblemente aislado. Hasta Evo y Correa han mirado para el otro lado y los Kirchner se declararon en contra de las FARC.
El rechazo no es sólo de lejos, sino aun más profundo de cerca. Al llegar a Venezuela encontramos los "supermercados superpelaos", (Ultimas Noticias 24-01-08) porque de sus anaqueles han desaparecido 10 productos básicos de la dieta venezolana: huevos, queso blanco (duro y el pasteurizado), sardinas (fresca y la enlatada) atún fresco, leche en polvo y pasteurizada, harina de trigo y lentejas. Entre la escasez y el bolívar dizque "fuerte", la inflación superará este mes el 5%, si el BCV decide no mentir como miente el INE. Todo en medio de un endeudamiento criminal de Pdvsa, dedicada ahora a repartir bolsas de comida "made in USA". Se explican entonces los lamentos del vociferante y siempre inepto Barreto de que la "revolución está estancada". Barreto se equivoca. La revolución no está estancada, sino en picada, por eso el chavismo se adelanta a la paliza electoral que recibirán sus alcaldes y gobernadores, traspasando la PM al Ministerio del Interior. La encuesta Datos de enero registra un escuálido apoyo a Chávez del 21%, similar al de Datanálisis y a los de Hinterlaces y Consultores 21 que aparecerán en breve .Todos los sondeos demuestran que Chávez es minoría y que resbala verticalmente hacia su derrota definitiva.
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