"¿Por qué desapareció la leche?; ¿por qué un gobierno revolucionario no ha podido en nueve años cambiar la terrible situación de las cárceles?; ¿por qué la inseguridad sigue siendo un problema tan grave en las calles, en los pueblos y en los barrios?; ¿por qué no hemos podido solucionar problemas tan graves que azotan en cada esquina? ; ¿por qué sigue tan fuerte y descarado el contrabando?; ¿cuál es la razón de la impunidad?; ¿por qué las mafias siguen incrustadas en los servicios públicos?; ¿por qué las gestiones ante las instituciones públicas siguen siendo una pesadilla?; ¿cuándo acabaremos con los chantajes de permisología?; ¿por qué cuesta tanto producir bienes?; ¿por qué seguimos consumiendo alimentos importados? y ¿por qué la corrupción no ha sido derrotada?", con estas preguntas Chávez, resumió lo que no ha hecho, a pesar de ser el único mandatario en ejercer el poder por casi una decada ininterrumpidamente.
Pero eso no quedó allí. 8 días después reconocía que en su casi década en el poder estaba "raspao" en muchas materias". Seguidamente matizó. Para el comandante de la revolución bolivariana la oposición y los medios de comunicación agravan los problemas que aquejan al venezolano y "el imperio norteamericano" está detrás de los planes desestabilizadores, que buscan como fin último sacarlo del poder. Éste ha sido el leitmotiv del discurso presidencial desde hace al menos 7 años.
"Hay que humanizar las cárceles, ya, no podemos seguir con esos pendientes, hay materias que tenemos pendientes y en las que estamos raspaos, esa es una, la lucha contra la delincuencia, la humanización de las cárceles, las cárceles no pueden seguir siendo como un infierno", dijo, el 19 de enero pasado.
Ya en el 2001, cuando rinde por vez primera cuenta a la Asamblea Nacional de su gestión, en el 2000 la adaptación de las instituciones a la flamante Constitución Bolivariana no se lo permitió, Chávez admitía los pocos avances en materia de seguridad. Siete años después el panorama es el mismo.
En ese misma rendición anunció la disminución en los casos del dengue. 80 mil 646 casos registró el Ministerio de Salud al cierre del año 2007, lo que significó un incremento de 100% con respecto a 2006.
En el 2005 al celebrar 6 años en el poder, desde el balcón del pueblo, el mandatario pidió "perdón por los errores cometidos". "La nave a veces no obedecía al timonel, pero he aprendido mucho y me siento más firme en el mando", dijo, al tiempo que anunció una "guerra a muerte contra la corrupción, en todos los niveles y como esté disfrazada". En el 2006 advertía que el entierro del Pacto de Punto Fijo no significaba el entierro de sus vicios, por lo que instó a una lucha severa contra la corrupción. Tres años más tarde preguntaba en el mismo Parlamento: ¿Por qué la corrupción no ha sido derrotada?".
A finales de diciembre, producto de la derrota electoral de su reforma a la Constitución, Chávez entró en esa etapa reflexiva, que los llevó a proponer lo que llamó "las tres R al revés": Revisión, rectificación y reimpulso del proceso revolucionario que encabeza.
Cerca del año nuevo, en dos llamadas telefónicas a programas de la televisora estatal VTV y en su primer programa dominical de 2008 ¡Alo, Presidente!, el mandatario fustigó a sus funcionarios e incluso a él mismo por la persistencia de problemas como la recolección de basura, la inseguridad y el desabastecimiento de alimentos.
Esta autocrítica no es nueva, pero la arreció a las puertas de su noveno año en el gobierno, durante los cuales la mayoría de las gobernaciones y alcaldías han estado en manos de sus partidarios y en los cuáles él mismo alardea de la estabilidad económica que ha alcanzado el país y del precio "justo" del petróleo, por lo que hay materias que el gobierno "tiene pendientes y en las que estamos raspaos", dijo el propio Chávez, al afirmar que ahora sí: el 2008 será "el año de las soluciones a los problemas menudos y concretos del pueblo".
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