Antonini reveló que había otra maleta con $4,2 millones
El Universal
Miami, Estados Unidos.- Impecablemente vestido y luciendo mucho más delgado que en las fotos y videos que recorrieron el mundo, Guido Antonini Wilson, el empresario al que se le incautó un maletín con 800 mil dólares en agosto de 2007 en Buenos Aires, se presentó ante la Corte del Sur de Florida a aportar su versión de los hechos.
La declaración de Antonini confirmó parte de lo que se había escuchado de su voz en las grabaciones efectuadas por el FBI, la existencia de otra valija con más dinero en el vuelo de los 800 mil dólares y la procedencia del mismo: Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
"La noche del domingo (dos días después del decomiso) fui a ver a Diego Uzcátegui (ex vicepresidente de Pdvsa) a su hotel (en Buenos Aires). Le pregunté por qué había quedado yo metido en medio de esto, y me respondió: '¿Dónde está el resto del dinero?'. Yo le dije: ¿De qué me hablas? Y me dijo: 'Había otra maleta con 4,2 millones'", relató Antonini ante la Corte, según AFP. "El dinero había salido de Pdvsa, no era mío", aclaró.
"Amabilidad" costosa Antonini Wilson narró que quien le ofreció subir al avión contratado por la petrolera estatal argentina Enarsa fue Claudio Uberti, ex titular del Organismo de Control de Concesiones Viales de ese país. La intención sería hablar sobre un negocio referido a la construcción de un gasoducto.
Su viaje, en un avión en el que volaba una delegación de funcionarios argentinos y venezolanos, coincidió con la visita del presidente venezolano, Hugo Chávez, que en esos días estaba en Buenos Aires.
"Fue un vuelo con turbulencias y miramos una película. El avión llegó como a las 3 de la mañana", recordó Antonini.
Agregó que cuando aterrizaron los pasajeros tomaron sus valijas y que quedó un último maletín que él tomó. Dijo que para colaborar y para hacer más rápido el trámite, firmó una planilla donde asumió que la maleta -cuyo contenido supuestamente no conocía- era suya.
En ese momento -prosiguió Antonini-, un funcionario argentino le pidió que abriera la valija."¿Qué lleva usted?", preguntó el funcionario, a lo que Antonini respondió que no sabía, pero que podían ser libros por el peso.
"El resto de las maletas ya las habían subido a autos que esperaban en el aeropuerto", contó."Yo dije: ¿y esto?", pero todos se marchaban y nadie le respondió, continuó.
Señaló que cuando lo llelvaban a una sala del aerpuerto, "Daniel Uzcátegui sacaba fajos de dólares de la valija y lo ponía en sus bolsillos y en un maletín personal mío"
Tras hacerse cargo de la maleta, "el gordo Antonini" -como le llaman sus amigos- conversó con Uberti, quien le habría dicho: "Has hecho un gran favor al país".
Unos días después, cuando regresó a Miami, comenzó a recibir llamadas de empresarios venezolanos radicados en esta ciudad, socios suyos en varios negocios y vinculados al gobierno de Chávez. Querían asegurarse de que no revelara el origen y el destino del dinero incautado en Buenos Aires, que ya estaba poniendo en aprietos a muchos en Caracas.
Denunció al FBI en Miami las presiones del Gobierno venezolano y comenzó a suministrar información a la referida oficina policial estadounidense. Así grabó encuentros con los venezolanos Franklin Durán -que es el único que se declaró inocente y es juzgado- Carlos Kauffman, Moisés Maionica y el uruguayo Rodolfo Wanseele.
La declaración de Antonini confirmó parte de lo que se había escuchado de su voz en las grabaciones efectuadas por el FBI, la existencia de otra valija con más dinero en el vuelo de los 800 mil dólares y la procedencia del mismo: Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
"La noche del domingo (dos días después del decomiso) fui a ver a Diego Uzcátegui (ex vicepresidente de Pdvsa) a su hotel (en Buenos Aires). Le pregunté por qué había quedado yo metido en medio de esto, y me respondió: '¿Dónde está el resto del dinero?'. Yo le dije: ¿De qué me hablas? Y me dijo: 'Había otra maleta con 4,2 millones'", relató Antonini ante la Corte, según AFP. "El dinero había salido de Pdvsa, no era mío", aclaró.
"Amabilidad" costosa Antonini Wilson narró que quien le ofreció subir al avión contratado por la petrolera estatal argentina Enarsa fue Claudio Uberti, ex titular del Organismo de Control de Concesiones Viales de ese país. La intención sería hablar sobre un negocio referido a la construcción de un gasoducto.
Su viaje, en un avión en el que volaba una delegación de funcionarios argentinos y venezolanos, coincidió con la visita del presidente venezolano, Hugo Chávez, que en esos días estaba en Buenos Aires.
"Fue un vuelo con turbulencias y miramos una película. El avión llegó como a las 3 de la mañana", recordó Antonini.
Agregó que cuando aterrizaron los pasajeros tomaron sus valijas y que quedó un último maletín que él tomó. Dijo que para colaborar y para hacer más rápido el trámite, firmó una planilla donde asumió que la maleta -cuyo contenido supuestamente no conocía- era suya.
En ese momento -prosiguió Antonini-, un funcionario argentino le pidió que abriera la valija."¿Qué lleva usted?", preguntó el funcionario, a lo que Antonini respondió que no sabía, pero que podían ser libros por el peso.
"El resto de las maletas ya las habían subido a autos que esperaban en el aeropuerto", contó."Yo dije: ¿y esto?", pero todos se marchaban y nadie le respondió, continuó.
Señaló que cuando lo llelvaban a una sala del aerpuerto, "Daniel Uzcátegui sacaba fajos de dólares de la valija y lo ponía en sus bolsillos y en un maletín personal mío"
Tras hacerse cargo de la maleta, "el gordo Antonini" -como le llaman sus amigos- conversó con Uberti, quien le habría dicho: "Has hecho un gran favor al país".
Unos días después, cuando regresó a Miami, comenzó a recibir llamadas de empresarios venezolanos radicados en esta ciudad, socios suyos en varios negocios y vinculados al gobierno de Chávez. Querían asegurarse de que no revelara el origen y el destino del dinero incautado en Buenos Aires, que ya estaba poniendo en aprietos a muchos en Caracas.
Denunció al FBI en Miami las presiones del Gobierno venezolano y comenzó a suministrar información a la referida oficina policial estadounidense. Así grabó encuentros con los venezolanos Franklin Durán -que es el único que se declaró inocente y es juzgado- Carlos Kauffman, Moisés Maionica y el uruguayo Rodolfo Wanseele.
El Universal
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