Berlín.- Por séptimo año consecutivo la imagen de Venezuela como país corrupto no registró ninguna mejoría. Por el contrario, siguió empeorando. Así lo reveló el Índice de Percepción de Corrupción 2008 que Transparencia Internacional publicó ayer en la capital alemana, reseñó la agencia Reuters.
El estudio, elaborado a partir de entrevistas con académicos, empresarios y dirigentes políticos e informaciones publicadas en los medios, ubicó al país en el lugar 158 de entre 180 naciones evaluadas, con una puntuación de 1,9 puntos sobre 10. Dicha calificación no sólo supuso una pérdida de una décima en comparación en el año 2007, sino que es el peor registro en los catorce años que tiene este estudio realizándose.
En comparación con el período anterior, cuando fueron evaluados 179 estados, Venezuela escaló cuatro peldaños, al pasar del puesto 162 hasta el 158. No obstante esta aparente mejora, el país continúa siendo considerado como el país más propenso a la corrupción de la región, sólo superado por Haití.
Desde el año 2001, cuando el país obtuvo una calificación de 2,8, la puntuación año a año ha venido disminuyendo o estancándose.
"De los 32 países (americanos) que recoge el índice, 22 están por debajo de cinco puntos", afirmó Juanita Riaño, responsable de la investigación, quien no dudó en señalar que esta situación "indica que existen niveles de corrupción desenfrenados", reseñó AP.
Por su parte, la presidenta de la organización, Hugutte Labelle, sugirió a los países de la región que emulen el ejemplo seguido por Chile y Uruguay, naciones observadas como las más transparentes de América.
En la cima Dinamarca, Nueva Zelandia y Suecia encabezan el estudio con 9,3 puntos; es decir son los países percibidos con menos posibilidades de corrupción.
Albania, Chipre, Georgia, Mauricio, Nigeria, Omán, Qatar, Corea del Sur, Tonga y Turquía son las naciones donde más acciones se han adoptado en los últimos 12 meses para evitar las irregularidades administrativas, según las fuentes empleadas para elaborar el reporte.
En contraposición, en Reino Unido, Bulgaria, Burundi, Maldivas y Noruega se produjeron, a su juicio de los consultados, importantes retrocesos en materia de transparencia.
Alertan sobre desastre En su informe, Transparencia Internacional advirtió que la corrupción en muchos de los países menos desarrollados del globo están creando "un desastre humanitario" que pone en riesgo las metas del milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para luchar contra la pobreza.
La organización internacional, en un comunicado de prensa enviado a esta redacción, aseveró que "los niveles rampantes de corrupción sumarían 50 millardos de dólares (35 millardos de euros), o casi la mitad de los desembolsos anuales correspondientes a ayuda mundial".
Tras precisar que dichos fondos serían suficientes para resolver los problemas de agua y saneamiento en las naciones más atrasadas, la agrupación no sólo demandó de los países receptores de ayuda que redoblen sus esfuerzos para evitar que la corrupción evapore la ayuda exterior, sino que también exigió a los donantes "un enfoque más concentrado y coordinado (...) a fin de garantizar que la ayuda para el desarrollo apunte a fortalecer las instituciones de gobernabilidad y control en los países beneficiarios".
Por último, el profesor de la Universidad germana de Passau, Johann Graf Lambsdorff, uno de los encargados de elaborar el Índice de Percepción de Corrupción, señaló: "Las pruebas indican que una mejora de un punto en el índice incrementa el ingreso de capitales en un 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB) y los ingresos promedio hasta en un 4%".
El estudio, elaborado a partir de entrevistas con académicos, empresarios y dirigentes políticos e informaciones publicadas en los medios, ubicó al país en el lugar 158 de entre 180 naciones evaluadas, con una puntuación de 1,9 puntos sobre 10. Dicha calificación no sólo supuso una pérdida de una décima en comparación en el año 2007, sino que es el peor registro en los catorce años que tiene este estudio realizándose.
En comparación con el período anterior, cuando fueron evaluados 179 estados, Venezuela escaló cuatro peldaños, al pasar del puesto 162 hasta el 158. No obstante esta aparente mejora, el país continúa siendo considerado como el país más propenso a la corrupción de la región, sólo superado por Haití.
Desde el año 2001, cuando el país obtuvo una calificación de 2,8, la puntuación año a año ha venido disminuyendo o estancándose.
"De los 32 países (americanos) que recoge el índice, 22 están por debajo de cinco puntos", afirmó Juanita Riaño, responsable de la investigación, quien no dudó en señalar que esta situación "indica que existen niveles de corrupción desenfrenados", reseñó AP.
Por su parte, la presidenta de la organización, Hugutte Labelle, sugirió a los países de la región que emulen el ejemplo seguido por Chile y Uruguay, naciones observadas como las más transparentes de América.
En la cima Dinamarca, Nueva Zelandia y Suecia encabezan el estudio con 9,3 puntos; es decir son los países percibidos con menos posibilidades de corrupción.
Albania, Chipre, Georgia, Mauricio, Nigeria, Omán, Qatar, Corea del Sur, Tonga y Turquía son las naciones donde más acciones se han adoptado en los últimos 12 meses para evitar las irregularidades administrativas, según las fuentes empleadas para elaborar el reporte.
En contraposición, en Reino Unido, Bulgaria, Burundi, Maldivas y Noruega se produjeron, a su juicio de los consultados, importantes retrocesos en materia de transparencia.
Alertan sobre desastre En su informe, Transparencia Internacional advirtió que la corrupción en muchos de los países menos desarrollados del globo están creando "un desastre humanitario" que pone en riesgo las metas del milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para luchar contra la pobreza.
La organización internacional, en un comunicado de prensa enviado a esta redacción, aseveró que "los niveles rampantes de corrupción sumarían 50 millardos de dólares (35 millardos de euros), o casi la mitad de los desembolsos anuales correspondientes a ayuda mundial".
Tras precisar que dichos fondos serían suficientes para resolver los problemas de agua y saneamiento en las naciones más atrasadas, la agrupación no sólo demandó de los países receptores de ayuda que redoblen sus esfuerzos para evitar que la corrupción evapore la ayuda exterior, sino que también exigió a los donantes "un enfoque más concentrado y coordinado (...) a fin de garantizar que la ayuda para el desarrollo apunte a fortalecer las instituciones de gobernabilidad y control en los países beneficiarios".
Por último, el profesor de la Universidad germana de Passau, Johann Graf Lambsdorff, uno de los encargados de elaborar el Índice de Percepción de Corrupción, señaló: "Las pruebas indican que una mejora de un punto en el índice incrementa el ingreso de capitales en un 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB) y los ingresos promedio hasta en un 4%".
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