Por considerar que "las acusaciones" contra su informe, titulado Una década de Chávez: Intolerancia política y oportunidades perdidas para el progreso de los derechos humanos en Venezuela, "carecen de fundamento", Human Rights Watch (HRW) respondió las criticas a su último texto de los profesores Miguel Tinker Salas (Histori, Pomona College), Gregory Wilpert (Ciencias Políticas, Brooklyn College) y Greg Grandin (Historia, New York University).
"Los temas cubiertos en nuestro informe han sido investigados exhaustivamente y nuestras conclusiones se basan en un amplio espectro de fuentes diversas y confiables", dice la carta de 10 páginas, firmada por Kenneth Roth, director ejecutivo de HRW, la cual destaca que una de las principales acusaciones de los académicos es que el informe adolece de una "abrumadora dependencia" de "fuentes de oposición" y sostiene que el mismo "confía excesivamente en tres periódicos alineados con la oposición (El Universal, El Nacional y Tal Cual) y en una organización no gubernamental (Súmate).
"Esta acusación no tiene fundamento alguno" insiste HRW y alega que "una manera sencilla de evaluar cuales son las fuentes es consultar las notas al pie de página del informe" y resaltan que el informe contiene 754 notas y sólo 88 incluyen información de los mencionados diarios.
Para HRW, los profesores ignoran "el alcance de los casos de discriminación analizados" y "hacen caso omiso de las diversas declaraciones públicas de funcionarios del Gobierno que también comprueban nuestras conclusiones", las cuales incluyen declaraciones del propio presidente Chávez que respaldan abiertamente la discriminación política.
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