Con flux y corbata, al estilo de un buen representante del status quo, el ministro El Aissami otrora dirigente juvenil criticó al movimiento estudiantil que se opone a la enmienda con los manidos argumentos "reaccionarios" del pasado. Que si son "cabezas calientes", que si son "desestabilizadores", que si "atentan contra la paz social", que si "impiden el libre tránsito" y tantas otras cosas que antes decían los representantes de la llamada "vieja política". Pero lo mejor de todo es que se le ocurrió preguntar dónde estaba esa dirigencia estudiantil cuando allá por los años de la cuarta república habían desaparecido a jóvenes luchadores y revolucionarios y citó algunos nombres. La respuesta es obvia, señor Ministro & Estos muchachos eran bebés o estudiaban en el jardín de infancia. Ellos no sólo no son responsables del pasado, sino que además la única referencia que tienen de él es a través de sus padres, sus familiares, sus profesores, los amigos de su familia o los libros de Historia que hayan podido estudiar. Estos jóvenes lo único que han tenido como conciencia política es Chávez, la única forma de gobierno que han vivido es ésta. Para ellos eso de la separación de poderes es sólo un concepto, la institucionalidad al servicio de los ciudadanos y no de un proyecto político es poco más o menos que una fantasía. Desde bebés lo que han visto en televisión y escuchado en la radio son interminables cadenas de un señor que habla, promete, canta, baila, brinca, amenaza e insulta a quien se le opone. La alternabilidad es algo que han comenzado a descubrir en las recientes elecciones regionales. Ellos y los que vienen detrás sólo saben de un solo señor mandando porque las palabras "Chávez y Presidente" han estado hasta el punto que algunos no se imaginan cómo sería la realidad si ese nexo lingüístico y obviamente de poder no existiera.
El tema suena lógico, obvio y sencillito. "Chávez y Presidente" no tienen que ser "los dos ligados" eternamente. En el futuro, dentro de cuatro años, Chávez dejará de gobernar y esa figura será ocupada por alguien distinto a su persona. Como bien comentaba una amiga hace unos días, es necesario comenzar a desvincular estas dos palabras para "internalizar" el hecho cierto de la alternabilidad para ese cargo.
Los estudiantes siempre han estado a la vanguardia de los cambios políticos y sociales. Siempre han sido una "ruptura" con lo establecido. Chávez y su camarilla ya son "establish". Los otrora "cabezas calientes", "tirapiedras", "encapuchados" y "quemadores de carros y autobuses" son hoy unos señores muy gordos y cómodos que ya no defienden la "revolución" sino la necesidad imperiosa de mantenerse en el poder para así evitar las consecuencias de tener que asumir su responsabilidad por esta década perdida.
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