Veinte años no es nada, pueden haber "nuevos hombres", "nuevos ideales", pero los mismísimos guiseros, corregidos, aumentados viejos y corruptos procedimientos. Paradojas de la vida... El pasado viernes, 27 de febrero, me encontraba desayunando con un querido colega y mientras leíamos el periódico, recordábamos lo que estábamos haciendo aquella mañana del Caracazo, cómo comenzó todo, cómo se encendió Guarenas, cómo había sido la llamada "coronación de Pérez" que tanto indignó a la gente, cómo no se había entendido tanto derroche a la luz de los anuncios que se hicieron después cuando el pueblo venezolano tuvo nuevamente que pagar las consecuencias de la pachanga y la corrupción de administraciones anteriores, cómo ese programa de ajustes necesarios para ese momento no fue explicado en su verdadera dimensión. Cómo el "saqueo" fue una suerte de "revancha" colectiva e injusta por parte de quienes veían cómo el quinquenio anterior y el trasanterior la elite gobernante dio al traste con los dineros públicos fumándose una lumpia rellena de reservas internacionales.
Sí, recuerdos de un ayer que fue pasión y que como una vuelta de la noria regresará ahora disfrazada en un nuevo "paquete socialista" que será anunciado en pocos días, pero que implicará el mismo sacrificio para todos, pero más aún para los que menos tienen. La receta es la misma. Más inflación, más impuestos, menor valor de la moneda, etc. Pero más allá de los recuerdos de aquel 27-F de hace veinte años, mezclados con el titular del pasado viernes en el que se anunciaba el programa de ajustes, nos tocó presenciar allí en ese "desayunadero", en medio de uno y otro café, la génesis y el por qué de nuestros males. O lo que es lo mismo, que el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos, cambia la elite gobernante, se "instaura" una supuesta revolución que no lo es y el objetivo, antes y ahora sigue siendo el mismo& enriquecerse fácilmente y a costa del Estado, lo que es decir con los reales de todos nosotros.
Un trío de hombres super bien vestidos, se colocó en la mesa de al lado y empezó a hablar maravillas de Chávez. Que si era un tipazo, que él no era corrupto como los otros, que si los militares tenían una vida muy dura, que si la oposición no había podido derrotarlo en diez años, etc. El asunto no hubiera pasado de una conversación casual de quienes están a favor del régimen y ese es su derecho, si aquello no hubiera terminado en una cosa "cochambrosa" y oscura.
"Ya van en camino a la reunión", dijo el más joven. Son unos tipos importantes, algunos de ellos uniformados. Te explico el negocio. Es rendondito. Se trata de unos bonos en euros", hacemos la colocación que está planificada y todos contentos". Fue como fuerte escuchar algo así a 20 años del 27 de febrero cuando se vuelve a anunciar que el cinturón siempre se ajusta para los bolsas... ¿No lo creen?
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