Hugo Chávez es minoría, las últimas encuestas reflejan su fuerte caída. Sin embargo, la oposición no ha logrado capitalizar a toda la Venezuela democrática. Para ello necesitamos de: Líderes, partidos, coalición e ideas.
En cuanto a los líderes, hay varios buenos en la oposición. Los números de Capriles, López y Ledezma son muy alentadores, por ejemplo. Pero ese liderazgo es personal y debe colectivizarse para ser sostenible en dictadura. El apoyo a Capriles no es transferible a PJ, ni el de Ledezma a ABP, ni el de López a las Redes, ergo, el Gobierno resuelve sus problemas si acaba personalmente con cada uno.
Por otra parte, los representantes electos deben asumir la lucha nacional porque la Mesa de la Unidad no tiene la fuerza para hacerlo sola. No hay manera de que pasen agachados y no habrá gestión sin democracia. La gente les dio dos mandatos con el voto: (1) Hágalo bien y (2) defienda la democracia. Lean bien sus resultados, quienes calculan tiempos electorales como si no estuviese pasando nada.
Con relación al fortalecimiento de los partidos, la única forma de hacerlo es a través de la formación de sus militantes y la democratización interna. No sólo se trata de nuevos hombres, sino de nuevas ideas y nuevos procedimientos (Castro nunca lo cumplió).
La Coalición, representada por la Mesa de la Unidad, es un avance que debe ampliarse. Está siendo enfocada como una coalición de partidos, cuando debería ser una coalición de factores sociales. Además, debe trascender los acuerdos pequeños y convocar a primarias para lograr candidatos únicos a la AN y lograr la elaboración de una campaña conjunta, orgánica y con propuestas comunes a todos.
Finalmente: las ideas. Es fundamental un acuerdo mínimo y concreto sobre temas específicos del país, que pueda materializarse en una oferta legislativa para el 2010. Sin propuesta, la política es tiránica, una búsqueda del poder por el poder. La gente lo sabe, está pendiente y está lista para cambiar.
En cuanto a los líderes, hay varios buenos en la oposición. Los números de Capriles, López y Ledezma son muy alentadores, por ejemplo. Pero ese liderazgo es personal y debe colectivizarse para ser sostenible en dictadura. El apoyo a Capriles no es transferible a PJ, ni el de Ledezma a ABP, ni el de López a las Redes, ergo, el Gobierno resuelve sus problemas si acaba personalmente con cada uno.
Por otra parte, los representantes electos deben asumir la lucha nacional porque la Mesa de la Unidad no tiene la fuerza para hacerlo sola. No hay manera de que pasen agachados y no habrá gestión sin democracia. La gente les dio dos mandatos con el voto: (1) Hágalo bien y (2) defienda la democracia. Lean bien sus resultados, quienes calculan tiempos electorales como si no estuviese pasando nada.
Con relación al fortalecimiento de los partidos, la única forma de hacerlo es a través de la formación de sus militantes y la democratización interna. No sólo se trata de nuevos hombres, sino de nuevas ideas y nuevos procedimientos (Castro nunca lo cumplió).
La Coalición, representada por la Mesa de la Unidad, es un avance que debe ampliarse. Está siendo enfocada como una coalición de partidos, cuando debería ser una coalición de factores sociales. Además, debe trascender los acuerdos pequeños y convocar a primarias para lograr candidatos únicos a la AN y lograr la elaboración de una campaña conjunta, orgánica y con propuestas comunes a todos.
Finalmente: las ideas. Es fundamental un acuerdo mínimo y concreto sobre temas específicos del país, que pueda materializarse en una oferta legislativa para el 2010. Sin propuesta, la política es tiránica, una búsqueda del poder por el poder. La gente lo sabe, está pendiente y está lista para cambiar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario