CARACAS (AFP) - Una nueva campaña arrancó el miércoles en Venezuela y su gran protagonista es el presidente Hugo Chávez, que aspira a mantener una aplastante mayoría de diputados en los comicios de setiembre, pese a una menguada popularidad, muy alejada de sus récords históricos.
"La popularidad del presidente Chávez ha disminuido fuertemente en el último año y llega en 37% a este inicio de campaña para las legislativas, lo que se traduce en una baja intención de voto para el oficialismo, que se ubica en 32% frente al 46% de la oposición", declaró el encuestador Alfredo Keller a la AFP.
"Es difícil suspender las legislativas, aunque el presidente lo haría si pudiera", señaló por su parte el encuestador Saúl Cabrera, de Consultores 21.
Esta firma coincide en que la aceptación del presidente venezolano, tras 11 años en el poder, se sitúa en 37%, porcentaje alejado del 57% que el mandatario registraba hace un año en una encuesta de la consultora Datanálisis y del 71% alcanzado en 2005.
Sin embargo, esto no impide que Chávez esté de nuevo en primera línea de la campaña del Partido Socialista Unido (PSUV, en el poder), que se enfrentará a una oposición aún debilitada y con dificultad para presentar un bloque unido.
"Ya se habla de las listas de Chávez y el gobierno usa consignas que apuntan a consolidar la figura del presidente para conservar la mayoría parlamentaria", dijo Cabrera.
El próximo 26 de septiembre, los venezolanos elegirán una nueva Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), dominada por el chavismo ya que la oposición se retiró de los comicios de 2005 en un vano intento de boicotearlos.
El mandatario, pese a ser consciente de que el escenario de hace cinco años no volverá a repetirse, ha reiterado que necesita dos tercios de los diputados para seguir adelante con su proyecto político, conocido como la revolución bolivariana.
Para Keller, la decisión gubernamental de "convertir cada elección en un plebiscito", en el que sólo se vota por o contra Chávez, se debe a que "el presidente es el único líder oficialista con una popularidad real, a pesar de sus bajones".
Por otra parte, Keller subrayó que en estas elecciones "es posible que el gobierno obtenga una mayoría de diputados pese a conseguir menos votos que la oposición debido a una modificación de la ley electoral con la intención de favorecer el voto oficialista".
El Consejo Nacional Electoral (CNE) cambió en enero la composición de las circunscripciones electorales y la distribución de diputados en ocho Estados venezolanos, gobernados en su mayoría por adversarios del gobierno, en una decisión muy criticada por la oposición.
Para el presidente de la encuestadora Datanálisis, José Antonio Gil, ante la insistencia de centrar la campaña en Chávez, la oposición debería evitar el "error estratégico" de seguir los pasos del oficialismo.
"La oposición debería reforzar la imagen de sus candidatos enfocándose no en la persona del presidente, que no está en elección, sino precisamente en los problemas que han afectado la popularidad de Chávez: la inseguridad, el desempleo, la inflación", opinó.
Según los expertos, cada vez más venezolanos culpan a Chávez por los problemas del país, un mal que el mandatario había conseguido evitar hasta ahora. La firma Hinterlaces señala que 37% de los ciudadanos responsabiliza al mandatario por los fallos, mientras que Consultores 21 destaca que un 57% lo considera el principal culpable de los problemas.
En estas elecciones, la oposición tiene la oportunidad de recuperar los espacios perdidos en los últimos comicios legislativos y de medir su aceptación popular. Estas podrían ser además las últimas votaciones nacionales antes de las presidenciales de 2012, en las que Chávez aspirará a un nuevo mandato.
"Si se concreta la paradoja de que el gobierno obtenga mayoría de diputados con menos votos que la oposición, eso sería una señal terrible para Chávez de cara a las presidenciales", concluyó Keller.
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