Washington.- Congresistas estadounidenses y altos funcionarios aumentaron la presión para que el Departamento de Estado renuncie a su línea moderada y responda con más dureza a los ataques de Venezuela, con el riesgo de dar "más carne roja" al presidente Hugo Chávez, afirmaron analistas a AFP.
El secretario de Estado adjunto para América Latina, Tom Shannon, que impuso un tono moderado a las reacciones de Washington sobre Venezuela desde hace más de un año, "se encuentra bajo presión dentro de la administración y también del Congreso", admitió Michael Shifter, vicepresidente del Diálogo Interamericano.
"Hay mucha frustración en EEUU sobre lo que está haciendo Chávez", explicó el experto, después de que el designado número dos del Departamento de Estado, John Negroponte, rompiera con la línea de Shannon, al acusar a Chávez de ser "una amenaza para las democracias de América Latina".
Daniel Restrepo, del Center for American Progress, cercano al Partido Demócrata, anticipó que la presión aumentará con Negroponte, al tiempo que reconoció que congresistas de ambos partidos también la aumentan, al "buscar la manera de enfrentar a Chávez".
Antes de las declaraciones de Negroponte, el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, incluyó a Chávez entre las "amenazas" para EEUU en el mundo. Por su parte, el legislador republicano de Florida, Connie Mack, no contuvo su furia y criticó severamente a Shannon por sus declaraciones moderadas, después que el Parlamento le diera a Chávez poderes especiales para legislar. Su reacción "sugiere que se hace la vista gorda a pesar de la amenaza que representa Chávez".
Los medios estadounidenses también dedican mayor atención a Venezuela, al reproducir los insultos de Chávez y destacar la reciente visita a Caracas del presidente iraní Mahmud Ahmadinejad, rival de EEUU, así como las nacionalizaciones y los poderes especiales.
En este contexto, Shifter no dudó en atribuir las recientes declaraciones virulentas a la voluntad de demostrar que Washington sigue vigilando Caracas, cuando casi toda su atención se centra en Irak y Oriente Medio. "Es el drama de la política hacia la región. Mandan mensajes distintos, por falta de atención y de cohesión entre los funcionarios", lamentó.
El desafío para Shannon será mantener su estilo. Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas, lo elogió por "haber sacado mucha retórica y muchos conflictos" a las relaciones con Venezuela, en alusión a sus dos predecesores Otto Reich y Roger Noriega. El experto cree "que sería un error" volver a una política de declaraciones duras con Caracas, porque "le daría más carne roja riquísima a Chávez, porque le permitiría responder" como lo hizo esta semana cuando acusó a Bush y Negroponte de ser "criminales de guerra".
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