La visita del juez español Baltasar Garzón, -de probada vocación democrática y perseguidor de terroristas, narcotraficantes y dictadores logró la prisión de Pinochet- desató los miedos del oficialismo. La ponencia de Garzón versó sobre las virtudes de la democracia y los peligros que la acechan. El Ejecutivo debe ser frenado por los otros poderes que actúan como contrapeso para evitar los abusos gubernamentales. Lo dijo Montesquieu hace más de dos siglos. "La grandeza del sistema democrático -puntualizó Garzón- es que todas las opiniones discrepantes puedan oírse. La credibilidad del sistema radica en la existencia y en la realidad de los controles con los que se somete el poder; quien más poder tiene debe ser el más controlado (¿). Ahora más que nunca se necesita un poder judicial independiente. Los jueces no son meros medidores de normas en una democracia, ni mucho menos acólitos serviles del poder político de turno (¿). La justicia debe ser el reflejo democrático y valiente de los esfuerzos de esa sociedad por superar las mordazas con las que se intenta callar".
Aunque Garzón no hizo referencia concreta a Venezuela, los capitostes chavistas reaccionaron furiosos al sentirse retratados en el discurso del visitante. El psiquiatra rojo estaba de psiquiatra (asustado porque ya sabe que JVR regresa a la vicepresidencia) y la señora, con expediente por forjamiento de documentos que le valió la suspensión del cargo y luego la Revolución convirtió tal forjamiento en credencial de mérito, llamó a Garzón "mercenario" y "carente de ética y moral". Consejos vendo y para mí no tengo, diría la sabia abuela de la cronista.
Cada día surgen nuevos rechazos al totalitarismo de Chávez y a las agresiones oficiales contra estudiantes, periodistas y contra quienes protesten por la supresión de sus derechos. Protestas que arreciarán si Chávez materializa la reforma constitucional, copia del modelo cubano que pone fin a todas las libertades democráticas. El Instituto de Derechos Humanos de la International Bar Association que agrupa a más de 30 mil juristas y magistrados del mundo presentó un informe crítico sobre la interferencia del Poder Ejecutivo en el Poder Judicial que aniquila el Estado de Derecho en Venezuela y en el que se hace hincapié sobre el "deterioro reciente en el respeto por el Poder Judicial, la libertad de expresión y la protección de los derechos humanos" y "la falta de disposición del Estado frente a la implementación de medidas preventivas aplicadas por la CIDH (¿) que ha dejado a muchas personas indefensas frente a los agravios". Ese mismo día Lech Walessa, ex presidente polaco y premio Nobel de la Paz, calificó a Chávez de demagogo y populista y advirtió que "en algún momento tendrá que pagar lo que ha hecho". Chávez anunció que se está apartando de España por sus críticas sobre el cierre de RCTV, pero lo cierto es que ha sido el Gobierno español el que se está distanciando de Chávez. Como se apartará Mercosur, donde Venezuela no podrá entrar por rechazo de sus miembros. Aumentan las quejas de buhoneros, transportistas y gente de los barrios, mientras las encuestas revelan que ahora culpan también a Chávez de los males del país, y no sólo a su equipo de gobierno. Prueba de ello fue la suspensión del discurso presidencial en la inauguración del viaducto porque los habitantes de los barrios aledaños reclamaban el incumplimiento de las promesas oficiales. Los transportistas anuncian que mañana tomarán el Minfra; el martes protestarán los buhoneros porque rechazan el desalojo durante la Copa América (el Gobierno no quiere mostrar la pobreza) y el miércoles, estudiantes, periodistas, maestros y quienes han sido defraudados por el régimen (que ahora son mayoría) marcharán contra viento y marea roja a favor de la libertad de expresión y de todas las libertades. Cayó la máscara de su falsa democracia y se derrumbó el mito de la adhesión automática de los cerros. Que vaya a los barrios "pa' que lo vea".
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